Venimos de mundos muy diferentes: uno desde la precisión de la robótica industrial, el otro desde la ciencia en un laboratorio. Aun así, hemos encontrado un sueño común que nos ha unido de una manera nueva y profunda. Han sido incontables horas de aprendizaje y dedicación, cada paso dado con pasión y esfuerzo.
Hoy, ese sueño se hace realidad, creado con nuestras propias manos, desde la calidez de nuestro hogar, un lugar donde ponemos alma y corazón en cada detalle.
Estas palabras capturan la esencia del lugar donde la ilusión cobra vida.
Nuestra historia comenzó en el cálido verano de 2024, en medio de una tormenta personal que nos hizo replantearnos la vida desde sus cimientos. Veníamos de tiempos difíciles: una pandemia que nos cambió, dos hijos llenos de luz pero también de retos. Nuestro hijo mayor sufrió una fractura grave mientras nuestra pequeña llegaba al mundo. En paralelo, estábamos atrapados en interminables horas de trabajo, lejos de lo que más amamos. Una oposición que parecía inalcanzable y la búsqueda interminable de un empleo que nos hiciera vibrar nos alejaron de los momentos de alegría y de nuestra familia.
Sin embargo, en medio de esa oscuridad, algo renació. Decidimos crear un proyecto que devolviera la chispa que alguna vez se apagó en nosotros. Queríamos un espacio para recuperar la ilusión y el brillo en los ojos que se siente al dar y recibir. Hoy caminamos con la certeza de que hemos reencontrado aquello que creíamos perdido: la alegría en los pequeños momentos, la emoción de compartir y el calor de nuestra familia, que nunca dejó de ser nuestro faro.