«Dónde cada rincón cuenta una historia»
Colgante bisel lágrima en plata de ley para cristal de lágima. Largo de 14 mm, ancho de 9 mm y asa de 1,5 mm.
90,00 €
Son piezas únicas, elaboradas de manera completamente artesanal y a mano, con materiales exclusivos y de la más alta calidad. Una joya maternal es una pieza de joyería especial que simboliza el amor, la protección y el vínculo único entre madre e hijo. Suele ser un regalo significativo que celebra la maternidad, ya sea en forma de collares, pulseras, anillos o pendientes, a menudo personalizados con nombres, fechas o piedras preciosas que representan a los hijos. Estas joyas se convierten en tesoros que perduran en el tiempo, llevando consigo el recuerdo de momentos importantes de la vida de una madre. Por eso, cada creación es un tesoro irrepetible.
En unas 4-5 semanas desde que se reciben las muestras. Es un proceso artesanal con un tratamiento muy especial y varios procesos muy meticulosos.
Una vez realizado el pedido, debes guardar la leche o elementos que se vayan a usar para crear la joya correctamente y el transportista realizará la recogida en la dirección que proporciones.
Con 30 ml es suficiente para varias piezas.
Con un mechón de 1 o 2 cm finito es suficiente y cordón con un trozo pequeño.
Tenemos un estricto protocolo de trazabilidad con doble check, donde en todo momento aparece tu número de pedido y nombre para que no haya margen de error y las muestras estén siempre identificadas, además todas las herramientas son desechables para evitar cualquier contaminación.
Tenemos un excelente servicio post-venta , ya que todo el servicio se realiza de forma individual, si observaras algún defecto en la fabricación o en tu piedra de leche no te preocupes, dispones de 1 año para comunicárnoslo y subsanaremos el error.
*Quedan excluidos de la garantía todos aquellos defectos provocados por un uso indebido y o deteriorooriginado por la fricción/ uso habitual de la joya y pequeñas imperfecciones propias de una elaboración no industrial.
La leche debe enviarse en doble bolsa de lactancia o en un tarro sellado, y en una bolsa tipo zip.
Asegúrate de que todos los envases estén bien cerrados. Tanto la leche congelada como la fresca son perfectas para crear tu joya, pero al momento de viajar, es necesario que esté descongelada para comprobar que el envase o embalaje no tenga roturas ni fisuras.
