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Cómo emprender con niños: 10 claves para lograrlo sin morir en el intento

¿Cómo compaginar la vida familiar con el emprendimiento?

Si eres padre o madre emprendedor, seguro que te has hecho esta pregunta más de una vez. Emprender con niños es un reto, pero también una aventura llena de aprendizaje y momentos únicos.

Desde nuestra experiencia, hemos identificado 10 características que nos definen como padres emprendedores y que nos han ayudado a equilibrar nuestro negocio con la crianza. A continuación, compartimos diez claves basadas en nuestra experiencia como padres emprendedores y que pueden servir de guía para quienes buscan armonizar ambos mundos.  ¿Te sientes identificado con alguna?

1. Versatilidad horaria

La flexibilidad es esencial. Aprovechamos cualquier momento del día para trabajar: mientras los niños están en el colegio, durante sus siestas o después de acostarlos por la noche. Esta adaptabilidad nos permite atender tanto las demandas del negocio como las de nuestra familia.

2. Publicaciones en horarios insospechados

¿Has visto una publicación nuestra a las 7 de la mañana? ¿O a la 1 de la madrugada? No es casualidad. La planificación no siempre es posible, así que publicamos cuando podemos, no cuando queremos. Nuestra presencia en redes sociales es impredecible debido a la dinámica familiar. Las publicaciones pueden surgir a cualquier hora, reflejando la realidad de compaginar el emprendimiento con la crianza.

A veces, la edición de fotos y vídeos ocurre desde la cama, rodeados de pequeñas criaturas dormidas. Y otras veces, simplemente desaparecemos unos días… Cruzamos los dedos para que el algoritmo nos entienda. Aunque esto pueda afectar la consistencia, priorizamos la autenticidad y la conexión genuina con nuestra audiencia.

3. Brainstorming sobre ruedas: «Los paseítos de dormir.

Nuestras sesiones de brainstorming, que llamamos «Paseítos de dormir», combinan paseos familiares con lluvias de ideas. En las noches de verano nos armamos con zapatillas de deporte y un carro gemelar y salimos a pasear. Durante estos paseos nocturnos, mientras los niños se relajan o duermen, aprovechamos para discutir nuevas estrategias y proyectos. Esta práctica no solo fomenta la creatividad, sino que también fortalece nuestros lazos familiares. A día de hoy nos lo siguen pidiendo con ilusión, y nosotros también lo recordamos con cariño. No descartamos retomarlo en verano.

4. Espacios de trabajo compartidos

Hemos establecido zonas seguras donde podemos trabajar mientras los niños realizan sus actividades. Por ejemplo, en una mesa compartida, podemos estar elaborando un producto mientras nuestros hijos dibujan o hacen manualidades. En este área realizamos pequeñas tareas en las que podamos participar todos, cómo por ejemplo mientras nosotros hacemos un tocado de novia, ellos elaboran un collar de macarrones y se sienten super orgullosos de ayudarnos. También hay zonas de peligro, como el taller de papá en el que los niños no tienen acceso. Esta convivencia promueve un ambiente de coworking familiar y enseña a nuestros hijos el valor del trabajo.

5. Equipos dinámicos en ferias y eventos

Participamos en eventos y ferias con nuestros hijos, adaptándonos a sus necesidades y transformando cada experiencia en una oportunidad de aprendizaje y diversión para todos. A veces, esto implica hacer pausas para jugar o merendar, pero consideramos que integrar a nuestros hijos en estas actividades les brinda una visión valiosa del emprendimiento.

6. Uniforme de trabajo auténtico

No siempre llevamos ropa de revista ni un look perfecto. Priorizamos la comodidad sobre la apariencia. Nuestro «uniforme» puede variar desde ropa deportiva hasta pijamas, dependiendo de las circunstancias. Esta autenticidad refleja nuestra adaptabilidad y nos permite centrarnos en lo verdaderamente importante: el crecimiento de nuestro negocio y el bienestar de nuestra familia.

7. Reparto de tareas y trabajo en equipo

Identificamos nuestras fortalezas y debilidades para distribuir tareas de manera eficiente. Mientras uno de nosotros se encarga del taller, el otro puede realizar recados o atender a los niños en el parque. Nuestro hijo mayor también participa activamente, se siente muy orgulloso de participar, por ejemplo  aportando ideas creativas sobre qué colores emplear. En nuestro proyecto, cada miembro de la familia tiene voz y contribuye según sus capacidades.

8. Aprendizaje continuo (para grandes y pequeños)

Aprendemos con nuestros hijos, nos equivocamos, nos reinventamos. Emprender es un viaje de aprendizaje constante. Estamos comprometidos con el crecimiento personal y profesional. Aprendemos junto a nuestros hijos, enfrentamos desafíos y asumimos riesgos. Esta mentalidad nos permite adaptarnos a un entorno empresarial en constante cambio y enseñar a nuestros hijos la importancia de la resiliencia y la curiosidad.

9. Aprovechamiento del tiempo

Valoramos cada momento. Un café de 10 minutos se convierte en una oportunidad para planificar el día, responder correos o simplemente recargar energías. Esta eficiencia nos permite equilibrar las múltiples responsabilidades que conlleva ser padres emprendedores.

Pero no siempre es así, cuando el día está lleno de niños, trabajo y mil tareas… un café de 10 minutos puede sentirse como unas vacaciones.

10. Pasión por el trabajo

Nuestro modelo de negocio está en sintonía con nuestro modelo de familia y nuestro estilo de vida. 

El secreto para equilibrar la vida familiar y el emprendimiento es amar lo que haces, esto puede ser la clave para no rendirte. Gestionar una casa, una pareja, dos hijos pequeños, un trabajo convencional y un negocio propio puede parecer un reto, pero cuando tu trabajo te apasiona, todo cambia. Cada día comienza con la emoción de lo que está por venir.

Disfrutamos cada paso de nuestro emprendimiento; nos relaja, nos motiva y nos hace sentir realizados. Esta pasión se refleja en nuestro hogar y en nuestro entorno, creando un ambiente positivo y lleno de ilusión. Nuestro negocio no solo es una fuente de ingresos, sino una extensión de nuestro estilo de vida y valores familiares.

Al construir una vida a nuestra medida, encontramos mayor felicidad y equilibrio. Y ese, quizás, sea el mayor logro de todos.

¿Y tú, cómo compaginas la crianza con el emprendimiento?

Obviamente, esto es lo que funciona en nuestra familia y en nuestro negocio, pero cada familia es diferente.

¿Tienes alguna estrategia o anécdota como padre o madre emprendedor? ¡Déjanos un comentario, nos encantará leerte!

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